domingo, 18 de marzo de 2018

Capítulo 5 IV


Langreo, España, 01 Junio 2009


A. Pornión, Alejandro o Alberto. Yo lo conocía simplemente como Pornión, como prácticamente todo el mundo que le conocía. Apenas recordaba cómo le había conocido, pero debía ser por finales de los 90 o primeros del 2000. Alberto Pornión, como Jesús me diría unos días antes,con un leve levantamiento de ceja para mostrar su desaprobación ante mi dejadez,  mientras planeábamos el encuentro, era un tipo auténtico. Bien en pantalones de faena, bien en unos cargos negros, barba canosa con fondo negro como el azabache a lo Capitán Haddok y pelo rizoso, corto y espeso.

Desde que dejó el ejército, allá por la segunda mitad de los 90, había ganado peso, haciendo su alta figura aún más imponente y permanentemente ataviado con una camiseta de algún grupo de metal. Y en ningún caso se mantenía en el pasado. Pornión lucía a la última con bandas clásicas, modernas y los últimos discos.

Para Jesús, Pornión tenía alta prioridad.Jesús quería gente para poder organizar el reclutamiento. Seguir a los objetivos, recabar información...  Pornión había servido en el ejercito, por lo que yo sabía en las fuerzas especiales, pero no sabía exactamente dónde. Jesús se ocupó de verificarlo y me enseno unas foto de finales de los 90 con un joven Pornión en el  Grupo de Operaciones Especiales Tercio del Ampurdán IV. Fiel a sí mismo, en una de ellas, Pornión era bien visible con una camiseta de Iced Earth, El nombre del Album no se veía demasiado bien, pero parecía "`Dark Saga"', con otros tres mocetones apoyados en un Fiat Brava azul.De dónde Jesús sacaba estas cosas siempre me sorprendía, pero por otra parte, tenía bastantes contactos en los ejércitos.

Jesús y yo preparamos un plan. Pornión trabajaba a turnos y vivía en la ciudad Asturiana de Langreo. Generalmente lo suyo era mandarle un sms, porque nunca se sabía cuando trabajaba. En este caso, Jesús había hecho algo de reconocimiento y el plan funcionó bastante bien. Le escribí comentándole que estaba en Oviedo por trabajo y que tenía algo de tiempo libre para tomar algo. Ultimamos los detalles por teléfono mientras mi tren salía de Chamartin hacia el norte.

Ahora que yo vivía en Madrid, no nos veíamos tan a menudo y las reuniones del grupo de amigos eran, para mí, aún más difíciles de atender. En cualquier caso Pornión no tenía coche, en parte porque no quería tener contratos ni ataduras y en parte porque el coche estaba hacia el fondo de sus prioridades en relación a sus gastos. Yo no sabía exactamente cuánto ganaba, pero seguro que no iba muy holgado aunque eso no era algo que le importase demasiado. Pornión tenía una sencilla y valoraba más sus hobbies que las posesiones materiales o una carrera. El acuerdo era que nos encontraríamos en  un centro comercial en el centro, cerca de la estación de autobuses de Oviedo.

 Dado que desde la puerta de la cafetería podía ver el camino que Pornión tendría que recorrer, me apoyé en la pared junto a luna de la cafetería, disfrutando de la buena temperatura. Pornión llegó a la hora convenida en negro, con una camiseta de Mastodon. Cuando llegó a mi altura y nos estrechamos la mano, señalé hacia la camiseta y le dije:

-- Ya te has hecho con lo nuevo de Nightwish? --
-- Que te jodan -- Hasta cierto punto, era culpa mía. Mucha de la música que yo escuchaba era comparativamente antigua y una de las pocas cosas que escuché que me llamó la atención fue Nightwish, Wishmaster, el que sería su tercer álbum. Cuando lo hablé con Pornión, su opinión era que era "`una puta mierda para mariconas"', a lo que yo le dije que no lo veía tan lejos de cosas como Mastodon, en el sentido de nueva experimentación y que era aún más atrevido y que musicalmente probablemente eran mejores. La conversación no fue nada bien. El caso es que yo había oído que Nightwish había sacado un disco hacía poco, pero yo no lo había escuchado ni tenía demasiada prisa. Nightwish había experimentado todo lo que tenía que experimentar, en lo me concernía a mí, pero siempre era divertido atacar un poco a Pornión. Y sin más entramos en el bar.

Nos pedimos una cana, una Mahou fresquita servida en copa de cerveza, todo lujo.  Hablamos un poco y en unos minutos pude confirmar lo que Jesús me había dicho. Pocos cambios en lo que yo conocía de su vida. Desde hacía dos anos Pornión vivía solo en el piso de su madre, al haber muerto esta. Trabajo y demás, todo estable.

-- Y tú qué te cuentas? --
-- Mmmm... te va a hacer gracia, pero tengo algo que contarte... --

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