La gente de Boone había comenzado una red. Una red de gente que ellos consideraban valiosos. Valiosos para la sociedad, bien por sus conocimientos, bien por sus capacidades. Los criterios eran amplios y se reducían a que todo aquel que aportase algo a la sociedad y estuviese en aceptables condiciones físicas era considerado apto. Había una segunda cuestión. Debía ser gente dura, pero no dura como Harry el Sucio, sino mentalmente resistente. El tipo de gente que puede soportar penurias. En ese apartado mi referencia era mi abuelo. Todos en su familia eran pescadores, todavía en una época en la que uno no escogía una profesión, sino que tu profesión estaba definida por tu apellido. La familia tenía una lancha con la que salían a pescar cerca de la costa. Cuando mi abuelo era un nino de unos 5 o 6 anos, le llegó el momento de comezar a aportar a la familia. Antes del alba se hicieron a la mar, pero al muchacho el balanceo y cabeceo de una pequena lancha en la oscuridad del Atlántico no le sentó demasiado bien. Su padre, exasperado, se dió por vencido en aquella ocasión, viendo que el chico no iba a aprender mucho en aquella excursión y que no era más que una carga, decidió soltar lastre. Los pescadores no salen temprano por romanticismo. Quieren llegar al punto óptimo para pescar en el mejor momento del día. En aquella lancha, volver a puerto significaba que la pesca del día estaba perdida. La solución de su padre no podía ser más práctica: En aquella dirección está la playa a algo así como 1km y después son 3 o 4 caminando hasta casa, que tengas un buen día. A veces las dificultades son una cuestión de perspectiva.
Por otra parte la teoría de las civilizaciones que subían la cuesta evolutiva con zuecos de madera y la bajaban en zapatillas de seda al ir las sucesivas generaciones ablandándose al tener las cosas más y más fáciles, parecía demasiada simplificación.
Otro de los paquetes de información se refería la historia de la fundación del proyecto. Gran parte de la gente del equipo en el que Boone trabajaba eran gente con educación universitaria. Había gran número de matemáticos e informáticos, pero había también gente más variada: Había varios meteorólogos, varios físicos y algún ingeniero. Estos formaban el grupo más antiguo, formado a partir del grupo que trabajaba para la agencia gubernamental. Aunque el grupo era relativamente variado, reconocieron en seguida la falta de conocimientos globales sobre casi todos los aspectos de la sociedad y les resultaba por lo tanto, muy difícil hacer un plan, una vez decidido que querían hacer algo al respecto del futuro. El primer y primordial objetivo era qué iban a hacer ellos al respecto de lo que ocurría. El objetivo para la supervivencia era simplemente crear una pequeña muestra de la sociedad capaz de sobrevivir a los eventos del futuro. En el mejor de los casos, para cualquiera que fuesen los eventos futuros. Para completar las habilidades y conocimientos presentes en el grupo era necesario reclutar a más gente y entonces definir los perfiles necesarios para completar el objetivo.El grupo de compañeros de Boone pronto creció a un grupo de unas 30 personas. Inicialmente este grupo se reunía y se limitaba prácticamente a discutir ideas y hacer proposiciones, en ocasiones utópicas. Sin embargo pronto el grupo empezó a entrar en deseos de pasar a la acción. La solución al derrumbamiento social era tomar un trozo representativo de tejido social, plenamente funcional y salvarlo antes del derrumbe. En un ambiente adecuado ese tejido podría medrar y sostenerse. Partiendo de esa base, el grupo empezó a seleccionar las semillas para crear ese tejido.
Esto presentaba sus propios problemas en sí mismo. ¿Cómo encontrar y aislar a ese pedazo de tejido sano? Y no menos importante, ¿dónde trasplantarlo?
La primera pregunta parecía sencilla, sin embargo se reveló como la más complicada de resolver. Los candidatos no sólo debían ser miembros funcionales útiles de la sociedad, si no que además debían estar dispuestos a participar en el proyecto, creer en él y, necesariamente, ser capaces de funcionar perfectamente fuera de una sociedad normal.
Respecto al cómo aislarlo, la solución era más sencilla. Principalmente necesitaban gente que pudiese reconstruir la sociedad desde abajo. Antropólogos, médicos, historiadores, ingenieros,\dots pero también ciertos personajes provenientes del mundo del diseño, cocineros, carniceros, carpinteros, \dots Pero no sólo se trataba de ideas y conceptos. No eran académicos lo que buscaban, si no gente como ellos mismos, inteligentes, con iniciativa y talentos varios. No todo eran conocimientos, sino también experiencias. Una amiga de uno de los integrantes era nadadora profesional. Había participado en las olimpiadas y había participado en numerosas exhibiciones y competiciones, incluyendo varias en zonas extremadamente frías. Son esas las experiencias de las que el equipo se puede beneficiar. Un núcleo reducido de los participantes estaría encargado de la selección y estudio de los candidatos, pero la gran mayoría podría seguir con su vida, hasta que el momento llegase. La definición del momento era algo más delicado. Al fin y al cabo, un miembro plenamente funcional de la sociedad no estaría preparado para un cambio radical en su vida, así que por una parte, para tener el control, era necesario provocar el cambio antes de que éste fuese impuesto por las circunstancias, para hacerlo más gradual y al mismo tiempo, dotar al individuo de recursos para afrontar las circunstancias por venir. Por otra parte, la selección de tales individuos conlleva un extra, y es que este tipo de personas poseen relaciones con otras: padres, hijos, cónyuges,\dots Y resulta evidente que no les resultará posible romper de una forma sencilla, en el caso en que romper sea posible. Por tanto, también era necesario considerar estos individuos como una parte de ese tejido.
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